Monday, April 24, 2006

Nicks a la medida

Dige cibercomunidad:

La irrupción del mercado y su efecto igualador, han limitado, hasta decir basta, las posibilidades de diferenciación social. La ropa, los viajes y la música que hasta hace años eran placer de sólo algunos, ahora permean verticalmente cada sector de nuestra sociedad. Este fenómeno viene de la mano con su respectiva crisis de identidad. Pedro podrá preguntarse: ¿qué es lo que me diferencia ahora de Juan, si es el caso que vestimos, comemos y hablamos de igual manera? Es por eso, oh, diletante cibernauta, que queremos disuadirte de desperdiciar uno de esos pocos reductos donde aún puedes hacer una diferencia con tu vecino: tu nickname de Messenger.

He aquí algunas directrices a tomar en consideración

- Respeta la fórmula arquetípica de la interacción humana. Mira, después del saludo, la infinita mayoría de las veces, siguen inquisiciones del tipo ¿Cómo estás?, ¿Qué hiciste el fin de semana? Si tu nick, ingenuo, ya dice que fuiste a la playa y lo pasaste chancho ¿Qué queda, pregunto, por preguntar?

-Evita llamar la atención por la forma. Los corazoncitos y estrellitas déjalas para tu edición especial de Hello Kitty, y si crees que EsCrIbIr AsÍ es más interesante, no te sorprendas cuando te enteres de lo que un grafólogo tiene que decir sobre ti.

- Acuérdate de ese asunto del msn es, supuestamente, una comunidad. No tengas el mal gusto de tener un nick tal, que sólo entiendan un selecto y granado grupo de tus contactos. Omite preferencias de cualquier tipo y deja que sea la meritocracia del ingenio la que asigne competencias. No quiero saber, por ejemplo, que hay un "carrete en la casa de Pablo!!!, si no me he enterado de quién es Pablo, ni que "el viejo de Conta es un kuliao" si no estudio contigo.

- And, last but not least, por favor chaters: Pudor!!! Mantengan hacia sus estados de ánimo y desavenencias amorosas, la privacidad que les suscita su ropa interior. Que tengas cien contactos en tu lista, no significa que tengas igual cantidad de amigos. Si ese fuera el caso, que fácil se tornaría el sueño del bueno de Roberto Carlos.

Ahora sólo espero, oh astutisísimo lector, que nuestras reflexiones respecto a lo que no se debe hacer en tan delicada ciencia le reporten alguna utilidad. Para la próxima semana revisaremos lo que sí se debe hacer. Estése atento

Saturday, April 22, 2006